El deber te llama, prescindible e irrelevante cultista: mata a esos bastardos vestidos de rojo que intentan traer alegría e ilusión y siembra la desesperanza y desilusión…
¿Tienes lo que hace falta para ganar la bendición de tu tentáculoso señor?
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El deber te llama, prescindible e irrelevante cultista: mata a esos bastardos vestidos de rojo que intentan traer alegría e ilusión y siembra la desesperanza y desilusión…
¿Tienes lo que hace falta para ganar la bendición de tu tentáculoso señor?