Aquí vuelvo con una nueva entrega de las andanzas de Tudorache el Descarriado. Espero que os estén gustando:
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Hola. Muy buenos días.
Aquí vuelvo con una nueva entrega de las andanzas de Tudorache el Descarriado. Espero que os estén gustando:
"La lluvia incesante acompañó a la expedición de socorro sin que el temido fuego líquido mencionado por los leñadores hiciese su aparición. Con un goteo constante, más y más supervivientes se les iban uniendo durante su avance. Para cuando llegaron a la serrería en la cual pernoctó el paladín días atrás, ya rondaban el medio centenar y las esperanzas de encontrar incólumes al resto brillaban más que las llamas al otro lado del arroyo.
De su lugar de trabajo empero no quedaban más que hierros retorcidos y madera carbonizada. Tudorache desmontó. Mordiscos cojeaba cada vez más. Una sustancia oleosa recubría el suelo allí donde parecía haber ardido con mayor intensidad. Un olor químico flotaba en el aire. A sus espaldas, las gentes del pueblo se disponían a atender debidamente a los heridos. Los demás debían cruzar el Turbulento. Ante ellos, un roble calcinado emergía del arroyo y extendía sus ramas quebradas por la ribera. Parecía el cuerpo de un náufrago tratando de ganar la orilla. Todavía humeaba. El mal olor era especialmente intenso en sus cercanías. El joven Eulogio caminó a donde estaba.
—Fue tal y como nos advirtió —con gesto contrito le confesó—. Me lo acaba de contar mi primo.”