Cuando Sergio se levantó de la cama, se encontró con un hombre frente a él. Sus ojos eran como dos puñales de odio que no hacían otra cosa que clavarse en su alma. No podía dejar de mirarle, estaba atrapado en su endemoniada mirada. Sabía que le conocía de algo; quizás de alguna noche de fiesta; quizás algún cliente del banco. No estaba seguro.
…
*EL OTRO* (Relato basado en Pnj del Kult)
Cuando Sergio se levantó de la cama, se encontró con un hombre frente a él. Sus ojos eran como dos puñales de odio que no hacían otra cosa que clavarse en su alma. No podía dejar de mirarle, estaba atrapado en su endemoniada mirada. Sabía que le conocía de algo; quizás de alguna noche de fiesta; quizás algún cliente del banco. No estaba seguro.
Pasaban los minutos y Sergio seguía paralizado. Incrédulo. ¿Quién coño es este tipo? ¿Qué hace en mi casa? ¿Y por qué me mira como si me conociese de toda la vida? –pensó- . Sin embargo, el desconcierto inicial dio paso al terror más absoluto cuando Sergio se percató del horror que envolvía a aquella figura. Solo iba ataviado con una camisa blanca teñida de sangre. El líquido carmesí que da la vida también le inundaba el rostro y prácticamente el resto de su desnudo cuerpo. Detrás de él, se podía entrever otro cuerpo desnudo e inmóvil sobre una cama. Sus tripas habían escapado a través de la carne y reposaban ahora también sobre el mismo lecho. Sergio no sabía qué hacer. Estaba tan inmóvil como aquella figura. Intento decir algo pero una mueca “del Otro” ahogó sus palabras en el silencio.
Y así pasaron al menos dos horas, frente a frente, conociéndose a través de sus ojos. Hasta que, por fin, Sergio se acordó de qué conocía aquel hombre. Un descubrimiento que le hizo sonreír y reírse a carcajadas con tanta potencia como sus pulmones le permitieron. Un jolgorio que fue secundado inmediatamente por la figura frente a él. Cuando Sergio recobró la compostura, alzó su mano y la posó sobre el espejo. “El Otro” le imitó.
-Hasta esta noche, viejo amigo. Hoy tengo mucho que limpiar-. Murmuró mientras se daba la vuelta y se dirigía hacia la ducha.