Suelo escribir un micro relato por semana y muchos de ellos están inspirados en *juegos de rol* o experiencias roleras. Por ello, me he animado a abrir una carpeta para que los leáis si os apetece. Ahí va el primero.
*CAZADOR CAZADO*
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Suelo escribir un micro relato por semana y muchos de ellos están inspirados en *juegos de rol* o experiencias roleras. Por ello, me he animado a abrir una carpeta para que los leáis si os apetece. Ahí va el primero.
*CAZADOR CAZADO*
La noche era cerrada y el aire arreciaba cuando llegué a ese sacrosanto lugar. Un solemne relámpago y su atronador compañero anunciaron mi mal recibida comparecencia. Mientras me acercaba a la entrada, en mis enfurecidos ojos se amontonaban cientos de imágenes de lo vivido horas antes. Sangre, gritos, súplicas. Muerte. Una cruel emboscada llevada a cabo por aquellos que dicen promulgar el bien y que intentan, en vano, borrarnos de la humanidad. Una remota y legendaria guerra que ellos empezaron pero que nosotros acabaremos.
Cuando abrí la puerta, la mayoría de las velas que iluminaban la iglesia se apagaron temerosas ante mi presencia. Hasta esas malditas estatuas de deidades inventadas parecieron languidecer con mi mirada. Frente a mí estaba aquel hombre, hermoso a pesar del alzacuellos ensangrentado que adornaba su cuello. Restos de su última cacería sobre mis hermanos y hermanas en nombre de un ser superior que no le salvaría de su muerte. Avancé calmada, sonriente; saboreando su miedo camuflado detrás de un crucifijo. Una cruz inútil que ardió en cuanto cerré mi mano sobre ella. –Tu fe no te salvará esta vez, heraldo. -Le dije. Alcé su cuerpo mientras que de su atorada garganta salían plegarias inanes. –Tranquilo, conservarás tu sangre. No quiero intoxicarme con tan hipócrita pulcritud. EbaN: Está chulo. Me gusta mucho el final del relato.
MrTretas: {@EbaN} Gracias Eban. Esa partida fue brutal. Madre mía la que se preparó.