Voy a aprovechar que esta es una de las pocas tribunas de las que dispongo en las redes para compartir una inusual diatriba, algo iracunda y escrita en caliente. El ambiente en algunos de los lugares de encuentro de roleros en el mundo digital me resulta a menudo alienante y no suelo prodigarme mucho por ellos, con excepciones muy contadas como esta, en la que me parece más respirable y menos nocivo. Una cualidad que espero R+ consiga mantener a lo largo del tiempo :)
A pesar de esa ausencia en redes, me llegan a través de amigos y conocidos, de tanto en cuando, pantallazos de tweets, artículos, entradas, etc... de personas que, desde los tiempos del desaparecido Google+, he agrupado bajo el doble paraguas de los términos rolstars o rolfluencers; términos cuyo origen y cuño desconozco - tampoco creo que sea relevante, y no soy el único que los usa - pero que me parece describen bien a las personas para quienes los uso. Y lo que observo en esos comentarios lanzados a las redes, en muchas ocasiones, me disgusta profundamente.
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Voy a aprovechar que esta es una de las pocas tribunas de las que dispongo en las redes para compartir una inusual diatriba, algo iracunda y escrita en caliente. El ambiente en algunos de los lugares de encuentro de roleros en el mundo digital me resulta a menudo alienante y no suelo prodigarme mucho por ellos, con excepciones muy contadas como esta, en la que me parece más respirable y menos nocivo. Una cualidad que espero R+ consiga mantener a lo largo del tiempo :)
A pesar de esa ausencia en redes, me llegan a través de amigos y conocidos, de tanto en cuando, pantallazos de tweets, artículos, entradas, etc... de personas que, desde los tiempos del desaparecido Google+, he agrupado bajo el doble paraguas de los términos rolstars o rolfluencers; términos cuyo origen y cuño desconozco - tampoco creo que sea relevante, y no soy el único que los usa - pero que me parece describen bien a las personas para quienes los uso. Y lo que observo en esos comentarios lanzados a las redes, en muchas ocasiones, me disgusta profundamente.
Siempre me he resistido a generalizar con respecto a cualquier cosa. Decir "todos los rolstars me parecen iguales" se me antoja injusto y prejuicioso y, con todo, no puedo evitar ir acercando mi posicionamiento cada vez más hacia ese enjuiciamiento categórico. Porque de quienes me había ido quedando como referentes de interés, apenas un puñado entre todos ellos, con el paso del tiempo, se me han ido cayendo de la mano a medida que he ido observando en todos esas actitudes con las que no estoy de acuerdo: la condescendencia; el poner por encima del resto la forma propia de jugar o de entender el rol; el denostar ciertas vertientes del hobbie por razones X o Y, donde ni X ni Y son razones objetivas sino salidas de inquinas personales contra un concepto, sistema de reglas o autor concreto; el anteponer cualquier otra consideración por encima del hecho de que algo pueda ser divertido con independencia de sus defectos... y la necesidad galopante de obtener relevancia pública y aplausos virtuales.
No me considero una persona especialmente inclinada al proselitismo rolero, pero cuando se me ha presentado la ocasión en fechas recientes, y de forma consecuente con cómo se relaciona e informa buena parte del mundo hoy día, de lo primero que me han planteado al hablar de conocer los juegos de rol ha sido "¿Y hay algún canal o podcast sobre juegos de rol con el que pueda aprender?". Y me resisto a recomendar. Reconozco, en primer lugar, que no es un formato que habitualmente consuma, pero aún lo poco que veo o escucho, sintiéndolo más cercano a mi propia forma de ver el hobbie, me da pudor compartirlo, pues a través de ellos pueden llegar sin quererlo hasta esas personas que me avergüenzan como cara pública de esta afición.
Y pienso entonces "Estaría bien poder ver o escuchar a un@ roler@ de base, de a pie, como mis amigos o yo". Y ése pensamiento me lleva inevitablemente a otros dos: uno que me inquieta, y otro que me resigna.
El primero es que, quizá, es@ roler@ de base, de a pie, "normal", se parece más de lo que pienso y querría a los rolstars. Porque, igual que ocurre en otros ámbitos de la vida, como la política o los medios de comunicación, a menudo las personas públicas no son más que el espejo de un amplio grupo de la población que las sustenta.
El segundo pensamiento es que, de existir es@ roler@ de base, de a pie, y parecerse nuestras formas de pensar, no sería una persona interesada o preocupada por darse a conocer, en "guiar a los demás", en "hacer avanzar el rol", ni en dar lecciones, hablar ex catedra, o, en definitiva, en traer a nuestro hobbie un conjunto de comportamientos y actitudes comunes en otros ambientes y que aquí no deberían ser bienvenidos. Sería una persona cuyo interés apuntaría más a aprovechar el tiempo libre de que dispone para divertirse con los juegos de rol sin más y, por tanto, alguien a quien probablemente veré o escucharé poco por las redes sociales. Y eso es algo que entiendo y respeto, aunque lamento no poder contar con él/ella para hacer un mejor escaparate público y carta de presentación para un hobbie que, pienso, tiene día a día más difícil atraer a más adeptos. Por otras razones, desde luego, pero pienso que esto tampoco ayuda.
Por todo ello pienso que rolstars y rolfluencers deberían quedar fuera de la ecuación del hobbie. Me gustaría que llegase un día en que la opinión de éstas personas fuese tenida en la misma consideración que la de cualquier@ otro roler@ y que no se les siguiese el juego. Informarse está bien, conocer novedades, escuchar opiniones... pero no prestarle oídos personas que, con la única legitimación que otorga ponerse detrás de un micro y escribir en un teclado, decidan qué debería divertirnos y qué no. Orion: Bueno me voy a poner en el otro lado y voy a intentar analizar el lado de los rolstars. Si yo por ejemplo, poco a poco y sin querer (o no) empiezo...Mr demonio: Estoy con Orión, el que es gilipollas, lo es independientemente de los seguidores que tengas y si cambias a peor solo puedes dar entre pena y asco. La humildad está sobrevalorada.Mr demonio: Gica, danos nombres... :—)