Crónica Al-Jazaga 1x02
Pico Negro y Hashim vuelven a la Tienda de Hashim agotados y derrotados: el virote que alcanzó a Hashim está envenenado y el pobre hechicero no puede recomponerse. Mientras tanto, nos centramos en otros aventureros que han llegado a Al-Jazaga hace poco.
… Acabo de finalizar la segunda sesión de Al-Jazaga. Aviso de bloque de texto...
Pico Negro y Hashim vuelven a la Tienda de Hashim agotados y derrotados: el virote que alcanzó a Hashim está envenenado y el pobre hechicero no puede recomponerse. Mientras tanto, nos centramos en otros aventureros que han llegado a Al-Jazaga hace poco.
La oráculo Ninive, que viene desde la Tierra Obsidiana de los Serafentes sigue las pesquisas que la guían hasta Yussuf el Negro, el alquimista marrullero que dice ser el tío de Hashim. El pobre miserable intenta contarle a la joven serafente que ése no es su lugar y que debería buscar en otro lugar. Por otra parte, Sashka, la bárbara ujiba de rastas pelirrojas y voluminosos músculos, ha estado deambulando por Al-Jazaga después de que sus compañeros hayan partido en busca de una misión mejor. Al regresar a la Tienda de Hashim, se encuentra el espectáculo.
El músculoso y bonachón Gark, un minotauro bárbaro gigantesco que ha sufrido el ostracismo en sus junglas natales, al norte en Mohirán, atraviesa el largo camino desde Azarov hasta Al-Jazaga en busca de algo mejor, evitando el ominoso Cañón de Baldabar por las habladurías. A su llegada a la ciudad, es abordado inmediatamente por Kassar, el elfo del desierto cheposo y con la cara picada de viruela, para meterlo en los combates uno contra uno de los Muelles. Tiene una idea: llegar a un acuerdo con el campeón invicto, Don Braulio y amañar el combate; Kassar, cómo es más estúpido que hábil con los negocios, no se acuerda de que dicho orco fue el mismo que mandó el día anterior a una misión para acabar con la banda de Yalik. Gark, convencido por la palabrería de Kassar, decide caminar hasta la Tienda de Hashim y hablar con Don Braulio para amañar su próxima pelea, pero no encuentra a nadie.
Sashka, preocupada por la salud de Hashim, lleva al hechicero junto a su tío Yussuf, que está en esos momentos hablando con Ninive, la serafente, para recomendarla buscar otro mentor. Al ver a su sobrino gravemente herido, pide a la oráculo que haga uso de sus artes curativas, pero ésta decide gastar un antídoto en sanar a Hashim, sin siquiera conocerle. Yussuf se lo agradece, pero antes que ocurra nada aparece Gark, preguntando por Don Braulio. Pico Negro, apenado por la pérdida de su mascota y de su colega, les cuenta lo sucedido en la Granja de Yalik; la noticia de la muerte de Don Braulio parece decepcionar a Gark, pero el viejo Yussuf les insta a ir junto a Kassar para cobrar su dinero.
En la taberna «Lagos de Kalatl» se encuentran otra vez con el goblin tuerto de ojo supurante, que no les quita ojo de encima. Gark acompaña a Pico Negro hacia dónde está Kassar y le cuenta lo que ha pasado. El elfo del desierto confirma la muerte de Yalik y le dice a Pico Negro que le pagará la mitad de lo acordado (250 mo) porque quería la cabeza del criminal. Pico Negro, abatido, acepta el pago, mientras que Kassar le dice a Gark que tendrán que pensar otra forma de ganar los combates del muelle. El elfo sinvergüenza le propone a Gark hacerse con unos hibiscos umbríos para utilizarlos. Pico Negro afirma que dichos componentes se usan para crear drogas narcóticas y Gark se opone a usarlos para hacer trampas, pero Kassar le engatusa y le explica la naturaleza de la sociedad en Al-Jazaga: sin un patrón o mecenas que te conozca, no vas a valer nada. Sashka interviene en la conversación (después de que su jugador experimentase cientos de problemas con Discord) y anima a Gark a viajar hasta la gruta dónde están los hibiscos y hacerse con ellos. Apostilla que, si él no los usa los usará ella, ya que es una veterana de las arenas de fuego de Azarov.
Con el grupo reunido, dejan a Yussuf al cargo de Hashim y abandonan la ciudad, esta vez por el norte, pasando por la Plaza Mayor en pleno mercado y evitando algún que otro robabolsas. Por el camino se asfixian de calor, pero logran alcanzar la gruta, un pequeño túnel natural en la arena cerca del oasis del que nace el Río Jassan, que alimenta a toda la provincia. Dentro de la cueva encuentran un manantial de agua verde, huellas de alguna criatura reptiloide y dos pasillos angostos. Deciden recorrer primero el que se encuentra al este, llegando hasta una puerta de madera bloqueada por la humedad. El suelo está repleto de unos hongos de color blanquecino y capucha alargada, que Ninive reconoce como «Amanita phalloides», una seta extremadamente venenosa utilizada en la elaboración de venenos. Gark y Sashka deciden tumbar la puerta bloqueada a hachazos y liberan una nube de esporas venenosas: Gark resiste la infección por pura fuerza de voluntad, pero Sashka queda envenenada, sufriendo toses y temblores repentinos. La sala que hay detrás de la puerta es una estrecha cueva repleta de más setas blancas. Restos de cadáveres y cráneos se acumulan en las paredes, invadidos por los hongos. Al fondo, se abre una pequeña abertura por la cual la gruta continúa, pero para llegar hasta ahí hay que arrastrarse: el lugar es demasiado estrecho y el grupo decide ir por el otro pasillo.
Vuelven a la entrada y se encuentran, observándoles en la oscuridad, a un mostrenco de piel blanquecina de pie, emitiendo poco más que gruñidos que resuenan por la caverna. Pico Negro no se lo piensa dos veces y le dispara una flecha, que no logra impactarle. Le siguen Gark y Sashka, que con un ataque en tándem aplastan el pecho de la criatura y la decapitan, sin darle tiempo a reaccionar. Continuando por el pasadizo que parecía vigilar aquella bestia se encuentran con su cubil, en el que hay dos pequeños hombres lagarto de igual coloración y un huevo colocado en un nido. Los aventureros no muestran clemencia contra las pequeñas criaturas y las asesinan a sangre fría, pero discuten qué hacer con el huevo. El cubil se divide en dos pasadizos más: uno que parece descender y otro al mismo nivel. Mientras elucubran qué hacer con el huevo, Pico Negro comenta que podría quedarse con él para educarlo como una nueva mascota, acto que el grupo aprueba.
El capítulo finaliza con Gark y Sashka echando un vistazo al pasillo que desciende, preguntándose si es el camino correcto para encontrar los hibiscos umbríos.