Bueno, pues ya está escrita la aventura "Dragones de cuera: Texas" para Ysystem, de {@WalhallaEd} y estoy deseando contarte de qué va la cosa.
Pero antes de hablar de estas unidades, vamos a conocer un poco el entorno.
…
Bueno, pues ya está escrita la aventura "Dragones de cuera: Texas" para Ysystem, de {@WalhallaEd} y estoy deseando contarte de qué va la cosa.
Pero antes de hablar de estas unidades, vamos a conocer un poco el entorno.
El virreinato de Nueva España, que alcanzó su máxima extensión en 1794, era el mayor y más próspero del Imperio español. Pero esto de próspero no va por las Provincias Internas, una enorme región septentrional que ocupaba el norte de México, gran parte de los Estados Unidos y la Columbia Británica canadiense. No era una región que diera muchas alegrías precisamente: pobre en yacimientos, habitada por tribus hostiles y presionada por otras potencias europeas.
Para proteger estas provincias se construyeron presidios que se guarnecieron con unidades creadas para ello, a las que se llamó soldados de presidio, más conocidas hoy en día como dragones de cuera.
Los presidios eran fortificaciones que ya se utilizaron por los propios españoles en el norte de África. Se construían junto a las misiones para protegerlas, así como a los (pocos) colonos y tribus aliadas. También servía de refugio en caso de ataque. Se construían con adobe, piedra o una mezcla de ambas. Cada lado media unos 120 metros y tenían bastiones o torres en esquinas opuestas donde se colocaban cañones. En caso de asedio, existía un túnel oculto que aseguraba el acceso a una fuente de agua.
Para hacernos una idea, en 1768, bastante antes de alcanzar su máxima extensión, la situación es la siguiente:
1. La dotacion total entre soldados y mandos era de 1158 para 24 presidios entre las provincias de Sonora, Nueva Vizcaya, Nuevo México, Coahuila, Texas (solo esta provincia era mayor que la península ibérica), Nuevo León y Nayarit. Es decir, menos de 50 soldados de presidio.
2. La distancia entre cada presidio era superior a 200 kilómetros.
3. Sus rivales tenían superioridad numérica y conocían el entorno.
En resumen: un número reducido de tropas ante una extensión inabarcable, tribus hostiles con una superioridad numérica abrumadora, zonas desérticas, veranos sofocantes,... ser dragón no era sencillo.
Es por eso que se trataba de un cuerpo de voluntarios, mestizos que buscaban ascenso social, hidalgos sin recursos y gente que quería poner tierra de por medio. Da igual si eras criollo, indio, europeo... si medías más de metro y medio y eras católico podías ser soldado. También podías llevarte a tu familia, pues había tan pocos colonos que estaba bien considerado.
Los soldados de presidio tenían que defender y patrullar, proteger los caminos y actuar como una fuerza móvil. Pero muchos de estos ataques no podían evitarse, por lo que se actuaba con expediciones de castigo que, en demasiadas ocasiones, reprimía a la tribu equivocada.
Apaches y comanches, entre otros, suponían un rival formidable. Los apaches eran grandes estrategas, los comanches hábiles jinetes, ambos pueblos eran fieros combatientes. No solo se enfrentaban con los españoles, también entre ellos.
Las armas de fuego no eran muy precisas y tardaban en cargarse. Los indios lo sabían, por lo que atacaban dispersos, con acciones rápidas, y se acercaban cuerpo a cuerpo antes de que los soldados pudieran recargar.
Tras años de combates, los dragones cambiaron su equipo y armas para adaptarse a su oponente.
Como ya hicieran los tercios siglos antes, utilizaban un abrigo largo de cuero sin mangas o “cuera”, muy útil frente a las flechas. Para combatir cuerpo a cuerpo usaban lanza y espada, que acompañaban con un escudo de cuero de origen árabe, llamado adarga, que ya usaba la caballería ligera cristiana durante la Reconquista.
A distancia una escopeta y dos pistolas que montaban un tipo particular de llave de chispa llamada llave “a la española” o “de Miquelete”, por lo general de “avancarga”, es decir, se cargaban por el cañón. Primero se introduce la pólvora negra; luego se coloca un taco de fieltro o similar y se presiona con la baqueta, para asegurarse que la pólvora quede en el fondo; y, por último, se introduce la bala y una tapa. Es probable que los soldados hicieran este proceso antes del combate
Y sólo falta otro elemento imprescindible (sobre todo si son dragones): el caballo. Cada dragón contaba con media docena de caballos, un potro y una mula. Un número imprescindible si se quiere cubrir grandes extensiones de terreno.
¿Quieres saber más sobre estas unidades, ponerte en su piel y vivir aventuras en el viejo y salvaje oeste? pues ya sabes, a descargarte la aventura cuando salga, ¡leñe!. emod: {@Walhalla Ediciones} gracias! Un placer como siempre.Néstor C.: ¿Tiene ysystem el equivalente a influencia?
Si es así, súbesela un poco a los pj 😜emod: {@Néstor C.} Sí, Conversación es la más parecida. Si quieres vender hielo a los esquimales tienes Proezas y Recuerdo cuando... 😂