Que Aaron Sorkin es uno de los mejores guionistas actuales es algo que poca gente discute. Sus personajes, la brillantez de sus diálogos, su oficio casi artesano para prefigurar todos los giros de guion son herramientas que maneja a la perfección.
Casi todas sus obras desde El Ala Oeste de la casa Blanca hasta la presente se habían apoyado en personajes carismáticos y la relación entre estos. Una formula maestra que podria haber seguido explotando en The Trial of the Chicago 7. La diferencia entre un artista y un artesano es tener el valor para innovar, para salir de la zona de confort. No conformarse con montar otro producto de consumo, atreverse a construir algo nuevo. En esta cinta Sorkin no renuncia a los personajes carismáticos y la relación entre ellos.
Pero respeta la historia que esta contando y la convierte en un personaje mas. De esta forma quizás su fans se sientan un poco desubicados en el primer tercio de la cinta. Donde añoran los diálogos vibrantes que son su marca de identidad. En su lugar construye el escenario como no había echo hasta ahora. Se atreve a dotar de profundidad y vida el escenario donde después sus, como siempre brillantes, personajes desarrollan personalidades singulares y relevantes a pesar de lo coral del reparto.
Esta película es buena, es muy buena. Y solo el tiempo dirá si es la mejor de su autor. Pero sobre todo es valiente en un mercado que parece aborrecer el riesgo. Un gesto que revela a un verdadero artista, alguien que no se limita a hacer la cosas bien. Alguien que además se atreve a CREAR. Master Gollum: Es la diferencia entre US y Españistán, cuando la gente sale a la calle, las cosas cambian. Aquí, nos aplastan.Cifuentes: Discrepo {@Master Gollum} y quizás sea ese el punto que menos me gusta de la cinta. Su tonillo a lo Frank Capra que intenta reforzar el mito de la "perfecta democracia useña"....