Siglo XVI. Casa de Contratación de Sevilla. Su excelencia el Secretario Real en persona os ha hecho llamar a vosotros específicamente para cierto "trabajo que requiere buen temple y dedicación sagaz" y allí os habéis personado, nada más terminar la misa de la tarde como se os indicó en el mensaje. Ni diez minutos pasan desde que las campanas terminaron su redoble cuando las grandes y ornamentadas puertas de roble se abren de par en par. Dos escoltas reales dejan paso a un hombre enjuto, con bigote señorial, presuntuosos vestidos, gorro calado y capote al hombro. Porta espada de rica empuñadura y en su dedo anular resalta un anillo de dorado oro indiano con el escudo de la Real Casa de Contratación. Se despoja de ropera, capote y sombrero y se sienta a la mesa sin dedicaros una cortés mirada.
- Señores - comienza nada más sus posaderas tocan la seda acolchada de la cátedra - nos ha llegado información que ha de ser bien tratada y estimada. El padre Bernardino de Sahagún ha denunciado la desaparición de su más estimada obra, un libro grande y ostentoso: Historia general de las cosas de la Nueva España, que resulta tener información vital de la vida en territorios oceánicos y que tememos caiga en malas manos. Su misión, mis distinguidos señores, es rastrear, localizar y salvaguardar el escrito hasta su llegada al Real Archivo de Simancas, donde será velado y guardado por orden de su Majestad el Rey.- dicho esto abre uno de los pequeños cofres que reposan en el gran escritorio y saca una generosa bolsa de seda y rapé, pesada y tintineante y que acompaña con una serie de papeles doblados que él sella con su anillo delante de todos.
- Dinero y salvoconductos para viajar a las Américas. Descubran dónde está el código (se sospecha de comerciantes florentinos) y tráiganlo de vuelta. Que Dios les ampare y buena suerte en el mar. -
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Siglo XVI. Casa de Contratación de Sevilla. Su excelencia el Secretario Real en persona os ha hecho llamar a vosotros específicamente para cierto "trabajo que requiere buen temple y dedicación sagaz" y allí os habéis personado, nada más terminar la misa de la tarde como se os indicó en el mensaje. Ni diez minutos pasan desde que las campanas terminaron su redoble cuando las grandes y ornamentadas puertas de roble se abren de par en par. Dos escoltas reales dejan paso a un hombre enjuto, con bigote señorial, presuntuosos vestidos, gorro calado y capote al hombro. Porta espada de rica empuñadura y en su dedo anular resalta un anillo de dorado oro indiano con el escudo de la Real Casa de Contratación. Se despoja de ropera, capote y sombrero y se sienta a la mesa sin dedicaros una cortés mirada.
- Señores - comienza nada más sus posaderas tocan la seda acolchada de la cátedra - nos ha llegado información que ha de ser bien tratada y estimada. El padre Bernardino de Sahagún ha denunciado la desaparición de su más estimada obra, un libro grande y ostentoso: Historia general de las cosas de la Nueva España, que resulta tener información vital de la vida en territorios oceánicos y que tememos caiga en malas manos. Su misión, mis distinguidos señores, es rastrear, localizar y salvaguardar el escrito hasta su llegada al Real Archivo de Simancas, donde será velado y guardado por orden de su Majestad el Rey.- dicho esto abre uno de los pequeños cofres que reposan en el gran escritorio y saca una generosa bolsa de seda y rapé, pesada y tintineante y que acompaña con una serie de papeles doblados que él sella con su anillo delante de todos.
- Dinero y salvoconductos para viajar a las Américas. Descubran dónde está el código (se sospecha de comerciantes florentinos) y tráiganlo de vuelta. Que Dios les ampare y buena suerte en el mar. -
La historia tiene grandes misiones (secretas y no tan secretas) que nos hablan de aventuras que no se estudian porque no tienen tanta repercusión como una batalla, una invención especialmente clave o el reinado de según qué reyes. Pero si nos salimos de esos parámetros y buceamos en las historias más pequeñas y modestas, podemos encontrar grandes ganchos y aventuras de las que podemos aprender. Por ejemplo, en la Alta Edad Media (siglos V-IX/X) los códices y las bibliotecas eran equivalentes a los bancos modernos pues en ellos se guardaban títulos de propiedad, derechos regios o contratos varios con los que se podía vivir muy a gusto y cómodamente si los tenías en tu posesión pues te podían permitir explotar tierras y edificios o directamente hacerte noble (no por nada Napoleón saqueó todos los archivos que pudo en 1808 cuando invadió España y se llevó todos los documentos relativos a Francia para evitar que nobles y reyes pudieran pedir derechos a sobre propiedades y títulos franceses, pues estos derechos estaban en esos documentos), siendo esto un jugoso y poco acostumbrado botín para cualquier noble o comerciante.
La información siempre ha jugado un papel muy importante en la geopolítica mundial. Por ello el desarrollo y construcción del galeón la llevaron a cabo las coronas portuguesas y castellanas en el más estricto secreto pues era el único navío capaz de llegar al Nuevo Mundo pudiendo sortear vientos y corrientes adversos nunca antes experimentados, y no por nada este desarrollo e invención del nuevo barco estuvo plagada de espías y ventas de información a ingleses, franceses y holandeses, lo cuál acarreó más de un problema político. Tampoco hace falta irse a finales de la Edad Media, en la misma Gran Guerra o I Guerra Mundial, podemos ver un proceso parecido en el que se desarrollaba un nuevo vehículo capaz de darle la vuelta al conflicto y que fue desarrollado en estricto secreto, involucrándose varios espías y tramas. Este proyecto recibió el nombre en clave de "tanque" pues para confundir a los espías enemigos se decía que estaban diseñando transportes de agua de forma segura y no vehículos para mover soldados envueltos en metralletas y cañones.
No sólo la información es importante, sino que también lo es la economía y el comercio. Así pues, durante la Guerra de los 100 Años entre las coronas inglesas y francesas fueron un especial problema las bandas de mercenarios, los cuales asolaban regiones enteras para conseguir comida durante los periodos de entreguerras y de cese de hostilidades, llegando a estar las cabezas de los líderes de las bandas especialmente problemáticas muy bien cotizadas, ya que eran un problema económico demasiado peligroso pues acababan con el comercio en una zona entera.
También son importantes las órdenes. Durante la II Guerra Mundial más de una orden mal dada hicieron que pelotones, regimientos o divisiones enteras se perdieran, fueran bombardeadas por sus propios aviones o enviados a cargar contra sus propias líneas, siendo vital muchas veces revertir estas órdenes enviando a mensajeros a toda pastilla para entregar las contraórdenes (un ejemplo de esto lo tenemos en la película 1917 de este pasado año 2019).
En la historia hay ejemplos, anécdotas y relatos vibrantes, emocionantes y muy divertidos de jugar, sólo hay que saber dónde buscar para encontrar estos ganchos que más de una vez parecen inventados.
Para esto son muy interesantes la serie de libros "Eso no estaba en mi libro de historia..." donde se dan datos y se cuentan anécdotas que pueden dar pie a historias muy pero que muy interesantes en diferentes épocas y culturas.
P.D: los archivos y las piezas de museos y colecciones también son recursos muy pero que muy interesantes y a tener en cuenta. Un paseo por el museo arqueológico de vuestra ciudad, o el archivo virtual de cualquier museo puede reportaros piezas y joya que puede dar un toque muy veraz y realista a vuestras partidas. Y para muestra un botón: este es un ídolo antropomorfo cicládico (de las Islas Cicládicas, en Grecia) ¿soy el único al que le parece tallado por algún tipo de culto ilegal que realiza sacrificios humanos para despertar a un dios gigantesco y ciego que destruirá el mundo?