Hoy se cumplen 75 años de la entrada del Ejército Soviético en el campo de concentración de Auschwitz. Es importante mantener vivo el recuerdo de lo que somos capaces de causar como especie a nosotros mismos, pues no estamos más libres hoy que entonces de que se vuelvan a repetir actos semejantes. La tenue frontera que separa al hombre del monstruo debe mantenerse siempre vigilada.