Estamos preparando el juego de rol de Kiwi, escrito por Alex Werden y basado el cómic del autor Abel Ippólito Ruiz:
Si estás familiarizado con los juegos de rol de fantasía, encontrarás este un tanto diferente. Ni su sistema de reglas rompe convenciones ni su ambientación es rabiosamente original, pero intenta reflejar el modo de vida en la frontera durante los tiempos en los que aún no estaba todo cartografiado y el territorio considerado seguro acababa al poco de alejarte de tu hogar. Pero eso no conlleva que sea un juego de aguerridos aventureros siempre dispuestos al peligro para retornar con tesoros. Perteneces a un clan, te debes a tu familia directa y respondes por tu linaje. Vuestros asentamientos son jóvenes, apenas ha transcurrido un puñado de generaciones desde vuestra llegada y no se puede prescindir de nadie en pos de gestas egoístas, sino obrar pensando en el bien común en aquel nuevo lugar al otro lado del mundo.
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Estamos preparando el juego de rol de Kiwi, escrito por Alex Werden y basado el cómic del autor Abel Ippólito Ruiz:
Si estás familiarizado con los juegos de rol de fantasía, encontrarás este un tanto diferente. Ni su sistema de reglas rompe convenciones ni su ambientación es rabiosamente original, pero intenta reflejar el modo de vida en la frontera durante los tiempos en los que aún no estaba todo cartografiado y el territorio considerado seguro acababa al poco de alejarte de tu hogar. Pero eso no conlleva que sea un juego de aguerridos aventureros siempre dispuestos al peligro para retornar con tesoros. Perteneces a un clan, te debes a tu familia directa y respondes por tu linaje. Vuestros asentamientos son jóvenes, apenas ha transcurrido un puñado de generaciones desde vuestra llegada y no se puede prescindir de nadie en pos de gestas egoístas, sino obrar pensando en el bien común en aquel nuevo lugar al otro lado del mundo.
La prosperidad de tu pueblo exige constantes esfuerzos y sacrificios desde siempre. Narran viejas canciones que antaño las dentelladas del frío eran tan constantes que la supervivencia dependía de surcar los mares para el comercio o el saqueo cuando nada se tenía que ofrecer, pero el clima fue tornándose aún más feroz de generación en generación obligando a tus ancestros a abandonar para siempre el desierto blanco en que se habían compartido sus dominios. Los dioses, complacidos por la resistencia de sus hijos, les brindaron una oportunidad al descubrirse, tras largas incursiones, una isla templada más lejos y más vasta de lo que un poeta o un loco podrían imaginar. Un lugar donde empezar de nuevo todos los clanes si lograban trabajar juntos para abandonar por siempre aquello que tenían o conocían. Tú y tus amigos seréis hijos nacidos en esa tierra extraña que intentáis hacer vuestra, algo que está requiriendo generaciones y rodeados de incómodos vecinos, a veces enemigos, pero nunca por maldad o por naturaleza. El Bien y el Mal depende de la opinión de terceros, de lo interpretado desde el código de los dioses, de no ser un perjuicio para la comunidad aunque favorezca a los tuyos o tus intereses.