Pobres como ratas, o la escasez como motivación para la aventura
Todos recordamos la sensación: acabar con el primer orco y pensar ¿me valdrá su armadura? ¿Será su espada mejor que la mía? Justo antes de que nuestro compañero de grupo diga “saqueo su cadáver” y empiece una discusión sobre a quién le corresponden sus botas. Porque sí, amigos, hay...
https://frankenrol.blogspot.com/2...