"En medio de todos ellos se revolvía un oscuro campeón, con los molinetes de su mayal mantenía a raya a los Magma. Era tan agresivo como su bestial jaburi, cuya alzada era superior a la de los khavil que lo acosaban con sus armas, tal que era la criatura la que bajaba la masiva testuz para mirar a sus enemigos acorazados a la cara. Atrapado, carecía del espacio necesario para tomar impulso, pero eso no era óbice para revolverse coceando, mordiendo y mochando con sus afiliados colmillos.
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Entrada 101 del blog. Me hace ilusión.
"En medio de todos ellos se revolvía un oscuro campeón, con los molinetes de su mayal mantenía a raya a los Magma. Era tan agresivo como su bestial jaburi, cuya alzada era superior a la de los khavil que lo acosaban con sus armas, tal que era la criatura la que bajaba la masiva testuz para mirar a sus enemigos acorazados a la cara. Atrapado, carecía del espacio necesario para tomar impulso, pero eso no era óbice para revolverse coceando, mordiendo y mochando con sus afiliados colmillos.
—¡Edim! ¡Edim khuzalak! —rugía provocador, sus colmillos inferiores, decorados con anillos de acero y rubíes, asomando por encima de la prognata mandíbula cuadrada— ¡Mestizos! ¡Mestizos sin barba!
Así se burlaba de ellos. Pues hubo un tiempo en que los khavil fueron perseguidos, marcados, rapados y afeitados, esclavos del Clan de Fuego. Y la provocación surtía efecto. Obcecados con el desafío del caudillo guorz, los más jóvenes se arremolinaban sobre él, estorbándose. Y el poderoso mayal los golpeaba a placer. Y con cada golpe, siniestras runas emitían malignos destellos verdes y rojos. Y cascos y escudos cedían bajo los impactos, derribando a sus portadores. Y no todos volvían a levantarse."