Nueva entrega de "La Ciudad bajo la Ciudad" sigue la Batalla de los Marjales. Me estoy divirtiendo con ella.
En esta entrada, pongo los pies en la tierra. bajo al barro, me mancho las manos y concedo el protagonismo a viejos conocidos.
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Nueva entrega de "La Ciudad bajo la Ciudad" sigue la Batalla de los Marjales. Me estoy divirtiendo con ella.
En esta entrada, pongo los pies en la tierra. bajo al barro, me mancho las manos y concedo el protagonismo a viejos conocidos.
"Entre tanto, las vanguardias de hostigadores habían derramado la primera sangre. Las larvas guorzs, como despectivos los llamaban los enanos, corrían dispersos, chapoteando casi a cuatro patas, para minimizar las bajas causadas por las tropas de proyectiles a las que pretendían llevar al cuerpo a cuerpo. Los jóvenes forrajeadores armados con sus jabalinas, sus números reforzados por los batidores irregulares y sus arcos de caza, los habían salido al paso. Equipados de forma aún más ligera, los apoyaban honderos aportados por la Orden de Aubea, voluntarios de última hora reclutados de entre sus porteadores. Los guerreros dancos, en cambio, altos y orgullosos, con sus petos circulares atados por cintas de cuero a la espalda, sus lanzas, sus amplios escudos y sus largas espadas, se mantenían a la expectativa, esperando piezas mayores. Si a caso un grupo especialmente numeroso de asaltantes amenazaba con atrapar a sus aliados, a una señal de su othain, caían sobre ellos con fría furia, descabezando a sus campeones tatuados, para retirarse después, alejando a los gribzs de su objetivo. De esta manera, entre todos los iban acercando al risco de De la Turbera y a sus empalizadas repletas de expertos arqueros. Así, sangre roja y negra corría por los marjales y se entremezclaba con el fértil limo fangoso.
En medio de aquella vorágine estaban envueltos los Comerranas, luchando con denuedo por sus vidas."