Todo empieza con una puesta en escena apacible y monótona, costumbrista si queréis, pues nuestros personajes son gente sencilla que valora la tranquilidad y los pequeños placeres.
Sin embargo, esa no es nuestra historia ya que, de manera fortuita o perfectamente orquestada, tienen un mal encuentro con los individuos equivocados.
Están en el peor lugar en el peor momento posible.
…
Todo empieza con una puesta en escena apacible y monótona, costumbrista si queréis, pues nuestros personajes son gente sencilla que valora la tranquilidad y los pequeños placeres.
Sin embargo, esa no es nuestra historia ya que, de manera fortuita o perfectamente orquestada, tienen un mal encuentro con los individuos equivocados.
Están en el peor lugar en el peor momento posible.
Para salir de ese trance o incluso sobrevivir, los protagonistas deberán tomar decisiones drásticas y cometer actos de los que no se creían capaces.
Si alguno de tus personajes se vio arrojado involuntariamente a una situación extrema ¿Cómo reaccionó?
¿Procuró mantener a raya sus peores instintos o abrazó el caos como su nueva naturaleza?