Acabé Las ávidas espadachinas saficas. Me ha gustado su enfoque dramático. Pero se echan de menos herramientas que asistan al neófito para tratar la problemática queer mas allá de la capa metafórica.
Singularmente una lista de poderes actitudes, dinámicas, costumbres... toxicas. Desde la que poder extrapolar nuestros propios poderes tóxicos.
Quizás esto no sea necesario para alguien que lo vive todos los días. Pero reduciría mi sensación de vértigo a la hora de plantearme dirigir y sin duda seria muy didáctico.