Yaesviernes
Todos conocemos a alguien que tiene una obsesión, un equipo deportivo, la lotería, un grupo de música, un vehículo, el alcohol u otras sustancias, y sabemos que lo dejarían todo persiguiendo esa obsesión. Por lo que también podrían llegar a ser así nuestros protagonistas.
Por supuesto, a pesar de las obsesiones del personaje, queremos poder contar historias. Si resultan un obstáculo insalvable, quizá debamos replantearlas o matizarlas. Pero si hemos decidido que el personaje será así, no tratar su "pasión desatada" en la historia sería como eliminarla.
…
Yaesviernes
Todos conocemos a alguien que tiene una obsesión, un equipo deportivo, la lotería, un grupo de música, un vehículo, el alcohol u otras sustancias, y sabemos que lo dejarían todo persiguiendo esa obsesión. Por lo que también podrían llegar a ser así nuestros protagonistas.
Por supuesto, a pesar de las obsesiones del personaje, queremos poder contar historias. Si resultan un obstáculo insalvable, quizá debamos replantearlas o matizarlas. Pero si hemos decidido que el personaje será así, no tratar su "pasión desatada" en la historia sería como eliminarla.
Una vez estamos dispuestos a aceptar ese delirio, tendríamos que buscar al menos una escena que cuente la historia que pretendemos, en un escenario que a la vez satisfaga ese deseo intenso de nuestro protagonista. Aunque algunas pueden costar más trabajo de imaginar que otras.
¿Has tenido que atraer a alguno de tus personajes con una de sus obsesiones o alguna de estas ha impedido su presencia en una escena?