El Señor de los anillos para 5a Edición es una adaptación, un acercamiento de El anillo único para los usuarios y amantes del popular sistema Dungeons & Dragons 5a Edición. Hoy venimos con el tercer suplemento en castellano, Relatos de Eriador donde exploramos toda esta zona desconocida y nos brindan 6 posibles aventuras, que puedes trasformar en una campaña.
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Gmail: pifiasyrol@gmail.com …
El Señor de los anillos para 5a Edición es una adaptación, un acercamiento de El anillo único para los usuarios y amantes del popular sistema Dungeons & Dragons 5a Edición. Hoy venimos con el tercer suplemento en castellano, Relatos de Eriador donde exploramos toda esta zona desconocida y nos brindan 6 posibles aventuras, que puedes trasformar en una campaña.
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RECORDATORIO: Si tenéis cualquier audio que queráis que sea reproducido en el programa tan solo tenéis que enviarlo a nuestro correo, o facilitarnos el enlace de la descarga si lo subís a una plataforma de alojamiento de ficheros. freakdompodcastARROBAgmail.com
00:00 Intro: El equipo A Valenciano
02:14 Interludio: Precisión
02:29 Batallita Rolera: El tinder del rol
05:22 Interludio: Akelarre actual
05:28 Mundo Viejuno: Caballeros del zodiaco
06:18 Desde mi nave azul
09:32 Historias Históricas: Krampus
11:40 Interludio: Lo de siempre
11:54 La amante
14:50 Interludio: Hijo cariñoso
14:58 Las movidas de Marietta Poubelle: Cultura
17:31 Interludio: Manzanas
17:42 Buzón de voz. Con todo lo que nos ha llegado por Telegram y otras redes sociales
29:09 Outro
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Presentado por EbaN:
· Twitter: @eban_cu
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Sonido e imágen Kelemvor Freshbane
Colaboradores residentes: Tito Quaid, Sybill, Kaohs1980 y J I
· @AngelaSiol
· @TitoQuaid Ivoox / Youtube
· @Freshbane
· @kaohs1980
· @zinik
Ya está en libre descarga el número 10 de Intervención Divina, el fanzine de Tierras Quebradas, esta vez con 50 páginas llenas de aventuras, relatos y ayudas de juego. https://carlostq.itch.io/intervencin-divina-10
Hola a todos.
Como ya sabéis, durante años dirigí partidas con el sistema de Superhéroes Inc primera edición. Aquellas campañas tuvieron tanto éxito que llegamos a desarrollar nuestra propia versión de su universo.
…
Hola a todos.
Como ya sabéis, durante años dirigí partidas con el sistema de Superhéroes Inc primera edición. Aquellas campañas tuvieron tanto éxito que llegamos a desarrollar nuestra propia versión de su universo.
El caso es que hace unos meses encontré la excusa para escribir un relato que evoca el estilo de aquellas partidas y hoy lo comparto con vosotros:
Creo que aún no había hablado sobre este tema, ya que es un poco complicado de plasmar. Supongo que hay formatos que acompañan más que otros a determinados modos de contar una historia. Hoy os propongo hablar del cambio de perspectiva. Esto es, volver a narrar o escribir un suceso o escena pero, desde puntos de vista de los diferentes personajes que son partícipes o presencian la situación.
Lo más natural es usar esto en una investigación, cuando se interroga a diferentes testigos que cuentan su versión de los hechos, sin darse cuenta de que su posición y sus propios prejuicios están afectando a su relato de la escena. O quizá sí que pretendan mentir para obstruir la investigación. Aquí entraríamos en un interesante juego de intereses, falsedades y medias verdades.
Pero hay otras historias en las que acompañamos a diferentes personajes sin relación, que acaban siendo testigos o afectando a un evento del que son protagonistas los otros. En este caso, lo complicado es saber mostrar cierto grado de ambigüedad y que unos no sepan qué está pasando con los otros, que puedan interpretar de manera más o menos libre lo que sucede. Pudiendo equivocarse, por supuesto.
¿Te ha gustado o has usado alguna vez los diferentes puntos de vista en alguna historia? Albesias: Me lo apunto. Es una cosa en la que no había pensado mucho.Mario C Thorkrim: Desde luego en las historias de investigación es casi un tópico escuchar la historia contada desde diferentes puntos de vista. Pero en el caso de que los protagonistas sean los...Crowker: Otro factor a tener en cuenta sería cómo capturan la información los jugadores, ya que la pueden interpretar de una forma u otra.
Llevo unos días leyendo Raven, el juego de rol de terror gótico escrito por Daniel P. Espinosa y basado en las obras de Poe. Como hace bien pquito me he leído un montón de relatos de Poe, creo que estoy en la longitud de onda adecuada para disfrutar de...
Aquí regreso con una nueva entrega de las aventuras y desventuras de nuestro errante caballero.
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Hola a todos una vez más.
Aquí regreso con una nueva entrega de las aventuras y desventuras de nuestro errante caballero.
“Perplejos, los lugareños interrumpieron la siniestra celebración para volver la espalda a su macabro trofeo y mirar en dirección a Matapuercos. En efecto, el viento sur empujaba una densa humareda hacia la montañas.
—No es posible —negó uno con la cabeza.
—Tiene que ser una broma —incrédulo, protestó otro.
Mientras la mayoría trataba de asimilar lo que estaba viendo, unos pocos corrían ya de vuelta a sus hogares. Atrás habían dejado a heridos, niños y ancianos. Eran pocos los que, por obligación, conciencia, o falta de estómago, se habían mantenido al margen de la ejecución. El pueblo ardía bajo la luz del atardecer y no había quien lo defendiese del fuego.
Así que dejaron los despojos de su chivo expiatorio a merced de los cuervos y marcharon en tropel, sin orden ni concierto. Dieron igual las llamadas al orden de Ordoño y de Pascual. En su urgencia empujaban lo mismo a convecinos que a soldados. Conforme se acercaron al pueblo pudieron ver como extrañas bolas de fuego sobrevolaban los tejados. Saltaban de uno a otro. Entraban y salían por las ventanas de las casas. Allí donde tocaban tela, paja o madera la combustión era instantánea. Ahogados gritos de confusión les llegaron a los oídos.
El paladín y la sanadora iban en el pelotón de cabeza. La casa de Lorena estaba alejada de las llamas. Pero el lugar donde sus pacientes guardaban reposo, con todos aquellos lechos acumulados era extremadamente vulnerable al fuego. En cuanto a Tudorache, era otro el temor que lo espoleaba. Sin dejar de correr miraba a un lado y a otro. Buscaba a Conrado. Era él quien había guardado las alforjas cargadas de artefactos incendiarios.”
Se termina marzo y no acabo de sacar a Tudorache de Matapuercos. Pero ya casi está, enseguida regresaremos a Esgembrer para entrecruzar los caminos de los protagonistas de estas tres historias.
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Hola a todos. Muy buenos días.
Se termina marzo y no acabo de sacar a Tudorache de Matapuercos. Pero ya casi está, enseguida regresaremos a Esgembrer para entrecruzar los caminos de los protagonistas de estas tres historias.
“A la mañana siguiente, apenas Loiv asomó su gentil rostro, reemprendieron la lucha contra un incendio ya agonizante. Negándose a cruzar el Turbio, divididos en cuadrillas organizadas por Don Celes, se dispersaron por su cauce sofocando las escasas llamas restantes en su ribera y trazando cortafuegos. Al otro lado, sin el Kazelrus para avivarlo, gracias a las lluvias y a los fantásticos habitantes del bosque, una vez consumido el fuego malvanés, también era más el humo que el peligro.
Aún así, las gentes del pueblo dedicaron la jornada entera a buscar el más mínimo rescoldo y enterrarlo. Todos ellos lamentaban lo ocurrido. Hubieran perdido a alguien o no, todos se conocían. Caía la tarde cuando encontraron los cuerpos de otros dos leñadores. Los hallaron atrapados entre las rocas de un vado arroyo abajo. Habían intentado huir del incendio, pero el fuego líquido los había alcanzado. Si alguien mantenía la esperanza de encontrar más supervivientes, la visión de los restos quemados y abotargados de aquellos desgraciados terminó con sus ilusiones.
El paisaje era desolador, lo que días antes era un frondoso vergel, ahora era un páramo de tierra quemada y tocones abrasados. Pese al poder regenerador del Hijo de Silvara, reparar el daño causado llevaría años. El oro verde, que bien administrado habría mantenido a los habitantes del lugar durante generaciones, había sido arrasado. Mientras los ayudaba, Tudorache no dejaba de repetirse las palabras de Dundenis: «campos de cultivo, campos de cultivo». Y lo maldecía para sus adentros.”
Para leer el resto de la entrega, nada más fácil que seguir el enlace al blog:
Lo admito, tenía ganas de escribir una entrada plenamente rolera, casi de Fanfiction , y lo he hecho. Tal cual:
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Hola otra vez.
Lo admito, tenía ganas de escribir una entrada plenamente rolera, casi de Fanfiction , y lo he hecho. Tal cual:
“¿Dragones de arena? ¡Falacias! ¡Los dragones de arena no existen! Bueno, tal vez, y digo sólo tal vez, existan en la infinidad de mundos posibles que flotan en el estéril vacío que conforma el Tapiz que separa unas estrellas de otras. Pero aquí no, en este mundo nuestro todavía traumatizado por la aplastante tiranía de los Grandes Dragones, no.
Lo que sí existe, y la gente del común en su ignorancia denomina: «dragones de arena», son otro tipo de criaturas que poco, o nada, tienen que ver con los verdaderos dragones.”
Aquí vuelvo con una nueva entrega de las andanzas de Tudorache el Descarriado. Espero que os estén gustando:
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Hola. Muy buenos días.
Aquí vuelvo con una nueva entrega de las andanzas de Tudorache el Descarriado. Espero que os estén gustando:
"La lluvia incesante acompañó a la expedición de socorro sin que el temido fuego líquido mencionado por los leñadores hiciese su aparición. Con un goteo constante, más y más supervivientes se les iban uniendo durante su avance. Para cuando llegaron a la serrería en la cual pernoctó el paladín días atrás, ya rondaban el medio centenar y las esperanzas de encontrar incólumes al resto brillaban más que las llamas al otro lado del arroyo.
De su lugar de trabajo empero no quedaban más que hierros retorcidos y madera carbonizada. Tudorache desmontó. Mordiscos cojeaba cada vez más. Una sustancia oleosa recubría el suelo allí donde parecía haber ardido con mayor intensidad. Un olor químico flotaba en el aire. A sus espaldas, las gentes del pueblo se disponían a atender debidamente a los heridos. Los demás debían cruzar el Turbulento. Ante ellos, un roble calcinado emergía del arroyo y extendía sus ramas quebradas por la ribera. Parecía el cuerpo de un náufrago tratando de ganar la orilla. Todavía humeaba. El mal olor era especialmente intenso en sus cercanías. El joven Eulogio caminó a donde estaba.
—Fue tal y como nos advirtió —con gesto contrito le confesó—. Me lo acaba de contar mi primo.”
Hola de nuevo.
Aquí regreso con una nueva entrega de “El Caballero Negro y el Corazón del Bosque”.
Además, al estilo de las entradas del tipo “Criaturas y Leyendas”, añado las reglas para incluir a los oníricos mencionados en la historia en las partidas de “Ital el JDRHM”.
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Hola de nuevo.
Aquí regreso con una nueva entrega de “El Caballero Negro y el Corazón del Bosque”.
Además, al estilo de las entradas del tipo “Criaturas y Leyendas”, añado las reglas para incluir a los oníricos mencionados en la historia en las partidas de “Ital el JDRHM”.
“La lluvia torrencial contribuyó a limpiar la atmósfera y sofocar los fuegos propagados por el viento. Pero también embarró los senderos de tierra apisonada y retrasó el avance de los carros. Además, su buena marcha se vio entorpecida por la insistencia con que todos buscaban averiguar cuanto tuviera que contar la cuadrilla de madereros. El paladín era el primer interesado en escucharlos, así que no se separó de la carreta de Amelia. Lo mismo hizo su marido, quien enrojecía de vergüenza cada vez que oía contar cómo los había salvado de un oso feroz.
Tudorache sonreía para sí. Sabía bien lo que ocurría con esas historias. Cada nuevo narrador las añadiría sus propios detalles. En cuestión de semanas, el espigado posadero sería un forzudo capaz de derrotar con las manos desnudas él solo no a uno, sino a tres osos. En más de una ocasión había escuchado de pasada historias de taberna, en las que un grupo de paladines habían acabado con tal o cuál amenaza, para luego percatarse de que estaban relatando exageradas versiones de sus propias aventuras. Así, un gigante solitario se convertía en un clan entero y cuatro ladrones de ganado en un ejército de bandoleros.
Pero entre conversación y conversación, por la columna de carros se repetía la misma pregunta: ¿Quién prendió el fuego?.
—Los colas rojas —respondía el leñador herido a cuantos se acercaban a la carreta donde iba sentado—. Han sido los colas rojas. Han estado enredando y encizañando desde que volvimos —porfiaba acalorado con quienes se lo discutían—. Han tenido que ser ellos.”
Nueva entrega de “El Caballero Negro y el Corazón del Bosque” disponible en mi blog:
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Hola de nuevo. Buen fin de semana a todos.
Nueva entrega de “El Caballero Negro y el Corazón del Bosque” disponible en mi blog:
“Lorena se llevó los dedos a los labios y silbó repetidas veces. Pese a lo penetrante del sonido y a la magia inconsciente que imbuía en él, los animales no respondían a su llamada.
Tudorache elevó una silenciosa plegaria rogando que se le desvelase el poder detrás de su conducta. No le sorprendió confirmar que se trataba del corazón del bosque. Oleada tras oleada de energía sacudía a plantas y animales compartiendo con ellos el dolor que sentía a causa de las llamas. Ante sus ojos, un par de gallinas cayeron muertas sin que nadie las tocase. Pronto, un cerdo se desplomó entre espasmos con espuma en la boca antes de que el rigor mortis reclamase su cuerpo. Lorena se arrodilló a su lado. Lágrimas asomaron a los vivaces ojos castaños de la sanadora.
Mordiscos se debatía contra su jinete como nunca lo había hecho. De haber portado una armadura completa sin duda el paladín habría dado con sus huesos en el suelo. Por fortuna no era el caso y de repente, tal y como había empezado, el lamento del hijo de Silvara menguó hasta ser sólo un sollozo distante. Entonces los animales sí que se dejaron conducir de vuelta a la cuadra.
—Ésto es cosa mala, muy mala —fue lo único que se le ocurrió decir al paladín.”
Continuamos la crónica de mi campaña en curso de Burning Wheel con el relato de la 21ra sesión. Los personajes se toman unos meses de descanso mientras termina la construcción de un puente, resuelven asuntos personales y se pertrechan para una expedición hacia el Monasterio de las Lágrimas. https://astrofork.blogspot.com/2024/02/llegaron-del-oeste-cronica-parte-xvi.html
Hola de nuevo. Buen fin de semana a todos.
Nueva entrega de las andanzas del caballero negro disponible en mi blog:
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Hola de nuevo. Buen fin de semana a todos.
Nueva entrega de las andanzas del caballero negro disponible en mi blog:
“La demora en su regreso propició que el anochecer los alcanzase. Sus monturas avanzaban al paso, renuentes a obedecer. Era ya de noche cuando llegaron al pueblo, pero el paladín insistió en acompañar a Lorena hasta su casa. De las cuatro lunas, era la blanca la que regía la estación, pero el cielo estaba cubierto. Con el viento sur siempre era igual. Durante días soplaba, empujaba y arrastraba las nubes de tormenta contra las estribaciones de la meseta pallanthia hasta desatar violentos aguaceros. Entonces podía estar otro tanto lloviendo. De ahí que los lugareños diesen a ríos y arroyos nombres como el Terrible o el Turbulento. Sus estrechos y pendientes cauces no daban a basto a desaguar tanto caudal. Arrastraban árboles y tierra. Cuál encarnación de fuerzas elementales destruyen y fertilizan por igual. Con razón se los veneraba lo mismo que se los temía.
Pero no sería esa noche. Esa noche el viento del delirio rugía sin descanso. Aunque a Tudorache, una vez se acostó, exhausto tras las emociones y exigencias de la jornada, le trajo sin cuidado y durmió profundamente.
Al contrario de otras veces, el canto del gallo lo encontró soñando. Debió ser un dulce sueño, pues una cálida emoción lo embargaba. No obstante, los detalles se diluyeron de su memoria conforme la realidad inundaba sus sentidos.”
Hola de nuevo.
Continúo con la historia de Tudorache el caballero penitente:
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Hola de nuevo.
Continúo con la historia de Tudorache el caballero penitente:
"El resto de la jornada transcurrió entre rastrillos de paja sucia y palas de estiércol. Las pilas a las puertas del establo crecieron a buen ritmo. Para asombro de los curiosos, aquel caballero de porte orgulloso y acento extranjero demostró ser ducho en esos quehaceres. Poco o nada sabían ellos de las muchas obligaciones que recaían en los jóvenes escuderos. Entregados para su aprendizaje a tíos maternos u otros familiares lejanos, el trabajo duro, en el mejor de los casos, o la pura y simple explotación, en el peor, pasaban a formar parte de su vida cotidiana. No obstante, Tudorache había sido de los afortunados. Aquellas faenas le traían los buenos recuerdos vividos con su hermano. También agradecía la satisfacción que le producía el trabajo honesto y el sueño reparador que traía consigo el cansancio. En especial con ese persistente viento sur que azotaba la comarca día y noche.
Por allí rondaba el ocioso Conrado. No escatimaba en malicia. Pero al ver que sus pullas caían en saco roto, pronto dejó de aparecer por allí. Los que sí se acercaron fueron los labriegos del lugar. Era buen abono el que estaba acumulando el caballero. A ellos los envió a hablar con el posadero y al día siguiente acudieron con sus carros para retirarlo. Algunos consideraron oportuno ayudarlo para asegurarse que ningún otro convecino codicioso cargara antes que ellos y les dejase sin nada. Gracias a estos brazos extras empeñados en la labor el establo estuvo limpio para la noche. Uno de ellos se comprometió a suministrar la paja de los lechos.
A la hora de la cena el posadero lo sorprendió ofreciéndole una copa de aromático y oscuro vino. No había visto que ninguno de los parroquianos bebiese otra cosa que el orujo o la cerveza local."
Hola a todos.
Continúan las andanzas de nuestro amigo común en "El Caballero Negro y el Corazón del bosque".
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Hola a todos.
Continúan las andanzas de nuestro amigo común en "El Caballero Negro y el Corazón del bosque".
"Antes de irse de la posada regresó a las cuadras. Mordiscos lo saludó intentando restregar el morro contra él, pero lo contuvo. No quería terminar con la ropa sucia de mocos y babas. En vez de ello, le rascó tras las orejas, como bien sabía que le gustaba. Después comprobó las guardas que protegían sus alforjas. Estaban intactas. Haría falta un ladrón muy temerario, u orgulloso de sus habilidades, para robar a un clérigo guerrero o a un paladín durante sus peregrinajes. Las maldiciones impuestas a quien perturbarse los glifos protectores podían ser tan crueles como impedir que sus heridas cicatrizasen o tan ingeniosas como arruinar sus tiradas de dados. Se las cargó al hombro y regresó a la posada para reclamar la habitación prometida.
Al volver se cruzó con el alcalde Pascual, quien le dedicó un cortés saludo sin entretenerse a más conversación. Una vez en el interior del edificio se reencontró con la jovial posadera, quien estaba barriendo el serrín sucio para fregar el suelo. Con el viento sur llevándose la humedad del ambiente secaría pronto. A Tudorache le supo mal interrumpirla, pero la buena mujer no se lo tuvo en cuenta. De temperamento locuaz, no paró de hablar mientras lo acompañaba a la que sería su habitación lo que durase su estancia en la localidad.
Gracias a la animada charla de Amelia pudo averiguar que la tal Lorena era la última representante de su familia en la comarca. Por lo visto, sus padres habían vivido muy bien criando cerdos y ovejas. Pero todo aquello se vino abajo con la tristemente famosa peste porcina que asoló la región. Sus hermanos mayores vendieron las tierras que heredaron y marcharon a la capital, donde eran unos prósperos carniceros. Ella en cambio prefirió conservar lo poco que la tocó en suerte y con el tiempo se labró una reputación como experta curandera. Todavía criaba cerdos, una alegre y retozona piara, los cuales, una vez convenientemente engordados, vendía a sus hermanos.
Así era ahora la crianza de animales en la comarca: las mujeres los cuidaban y los hombres los sacrificaban. Llegado a este punto, los chispeantes ojillos de la posadera se apagaron, un recuerdo doloroso la asaltó."
Aquí os traigo una nueva entrega de las andanzas de nuestro amigo común el caballero penitente.
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Hola a todos.
Aquí os traigo una nueva entrega de las andanzas de nuestro amigo común el caballero penitente.
Si en la anterior tiré del villano protegido por su posición, en esta tiro por aquello de "nunca hay un mago/clérigo a mano cuando hace falta".
“Una vez que tanto el espléndido carruaje, como el grueso de los leñadores se perdieron de la vista, Tudorache el Descarriado se permitió al fin una comida caliente en la posada. Tenía mucho de qué hablar con sus dueños y con el alcalde del lugar. Ya que no había logrado que los aldeanos dejaran en su empeño, estaba decidido a minimizar los daños.
Al entrar en la posada le sorprendió encontrar allí al manco con un cubilete de aguardiente en la mano sana. Por el tono sonrosado de sus mejillas, o era muy mal bebedor, o se había bebido de buena mañana el todo el contenido de la botella que tenía ante sí. A su lado, mucho más sereno estaba el alcalde con su grueso fajín azul y verde anudado a la cintura. La nota discordante en el ambiente la ponía el enjuto posadero, de rostro alargado y patillas entrecanas, que con parsimonia se secaba las manos nudosas en un paño gastado mientras decía:
—Conrado, pienso que ya has bebido más que suficiente por hoy.
—¡Menudo comerciante estás hecho! —ronco de forzar la voz la víspera se mofó el manco— ¡Negar la mercancía al cliente sediento!”
Hola a todos.
Aquí os traigo una nueva entrega de las andanzas de nuestro amigo común el caballero penitente.
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Hola a todos.
Aquí os traigo una nueva entrega de las andanzas de nuestro amigo común el caballero penitente.
“Frustrada su buena intención, Tudorache el Descarriado dio la espalda a la música y los festejos. Mal perdedor, sentía bullir la rabia y el resquemor bajo su pecho. Crispado, apretaba los puños hasta blanquear los nudillos. Por ganas habría empuñado su martillo y aplastado la cara sonriente del tal Dundenis. Pero, consciente de que sus peores decisiones las había tomado en semejante estado de ánimo, el caballero negro volvió directo a los establos. La jornada había demostrado ser ardua y exigente. Necesitaba descansar y sosegar su espíritu alterado.
Entró en la cuadra a oscuras. Mordiscos piafó al reconocerlo. Él se acercó a acariciar el cuello de su montura, cuando oyó movimiento en un rincón. Giró la cabeza y allí estaban un par de ojos brillantes mirándolo fijamente. Antes de que reaccionase, se volvieron y una figura furtiva de larga cola abandonó el lugar.
—Parece que he espantado a tu amigo —susurró a su caballo, que relinchó complacido por la atención recibida.”
Aquí vuelvo con otra entrega de las aventuras de nuestro caballero penitente:
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Hola a todos.
Aquí vuelvo con otra entrega de las aventuras de nuestro caballero penitente:
"Forzando el paso una vez abandonada la espesura y cruzado el arroyo, desde donde un pequeño zorro parecía despedirse de él, al atardecer regresó al asentamiento de los leñadores. Había una gran hoguera en la plaza del lugar y se oía música. Una lujosa carroza con un tiro de seis buenos caballos estaba aparcada a un lado del camino. Cuatro soldados armados con arcos, rodelas y sables lo custodiaban. Vestían el uniforme azul y verde del reino. Lo ligero de su armadura y los turbantes a la manera alrusiana los delataban como miembros de la infantería de marina. Sus monturas pastaban en las inmediaciones. El paladín los saludó al pasar. Ellos, adustos, se limitaron en evaluar su rango de amenaza y sopesar lo oportuno, o no, de cortarle el paso, para finalmente desestimar la idea. Tal vez tuviera algo que ver en su decisión un movimiento de cortinas dentro de la carroza, o tal vez no.
El caso es que un personaje de importancia había recalado en el poblado. Si era para bien o para mal, eso estaba por ver. Bordeó la plaza para echar un vistazo. Los vecinos habían sacado tres largas mesas con sus bancos. En largos espetones daban vueltas a pollos y corderos. Las porciones se distribuían en bandejas de madera. De madera eran también los vasos en que se bebía el licor y la cerveza del lugar. Un trío de rabelistas amenizaba la recepción. El alcalde agasajaba a un noble de pelo rubio platino, piel morena y ojos verdes, vestido de terciopelo y armiño al estilo de la corte, que sonreía afable y se sentaba escoltado por otros dos soldados. Apenas comía las jugosas carnes que tenía ante sí. Y cuando se llevaba el cubilete a los labios era un leve sorbo el que llegaba a su garganta. "
Hola a todos.
Hoy os traigo una nueva entrega de mis relatos:
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Hola a todos.
Hoy os traigo una nueva entrega de mis relatos:
"Fue en los confines de Henarya. A la sombra de las montañas que la separan de Pallanthia. En el lindero de un bosque antiguo y profundo cuya madera llevaban explotando desde tres generaciones atrás. Eran gente recia y pragmática. Resultado de los vaivenes que la fortuna había deparado a los imperios de una y otra costa del Mar Interior. Habían aprendido a valerse por sí mismos y a desconfiar de las supuestas bondades del dominio ajeno. Pero eran extraños en aquel rincón salvaje donde se habían internado y desconocían los poderes que allí habitaban.
Una manada de bestias atacaba a los leñadores y destruía sus aserraderos. Los astilleros del reino reclamaban más y más madera. Si no satisfacían sus demandas, perderían sus encargos. De ser así, la supervivencia del asentamiento peligraba. Por eso mandaron buscar aventureros y cazadores de monstruos que los protegieran. Varios habían acudido atraídos por la suculenta recompensa. Pero ninguno había regresado para cobrarla. Esas nuevas le llegaron al caballero negro en su peregrinar y hacia allí dirigió sus pasos con el mejor de los propósitos."
Hola a todos, buenos días.
Sigo al teclado y permanezco en compañía del paladín penitente.
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Hola a todos, buenos días.
Sigo al teclado y permanezco en compañía del paladín penitente.
"Apartada la incertidumbre, Tudorache el Descarriado espoleó suavemente a su montura. Marchando al paso llegaron ante los gruesos portones reforzados con láminas y tachones de hierro del baluarte. A un antiguo maestre de la orden le debió parecer redundante que el acceso principal estuviese decorado con el símbolo de la torre. De manera que era la silueta de un águila con las alas extendidas el blasón que se dividía entre las jambas ahora abiertas. Los rastrillos estaban levantados. Cuatro jóvenes lanceros de blancos tabardos sobre las cotas de anillos los custodiaban desde la sombra del pasillo abovedado.
Al percatarse de su llegada, dos de ellos le salieron al paso, en tanto que los otros dos adoptaron una postura más respetuosa colocándose a ambos lados con la espalda en la pared. Al menos otros tantos había visto patrullar por parejas la cinta amurallada. Semejante despliegue lo habría anonadado de no ser por los indicios de prosperidad que había presenciado por el camino.
—¡El caballero negro regresa al Nido! —se presentó ante aquellos reclutas que no conocía, al tiempo que sujetaba en alto por su cadena de plata el silbato de marfil que lo identificaba como miembro superviviente del Círculo Interior.
—¡Bienvenido sea el caballero que regresa! —lo saludaron con sincero gozo en la voz— ¡El Maestre Zacarías lo espera!
—Podéis confiarnos vuestra montura y arreos, caballero —añadió el más alto de los dos—. Nosotros nos ocuparemos de ellos.
—Así sea —concedió él descabalgando—. Tened paciencia con Mordiscos —avisó al tiempo que les confiaba su yelmo y sus armas, pero se echaba las pesadas alforjas al hombro—. Ha perdido la costumbre de tener más compañía que la mía."